Una directiva de una importante consultoría de selección comentaba en una charla en una escuela de negocios que el cliente pedía siempre un candidato con experiencia en el sector, aunque ellos proponían otros. Yo me pregunto ¿no es que a los consultores les resulta más fácil buscarlo en el mismo? Viendo ofertas de selección, observo que aquellas en la que se pide experiencia en el sector como requisito imprescindible son las publicadas por estas empresas.
Y esa misma directiva también decía que la única posibilidad de cambiar de sector es a través de la red de contactos profesionales o enchufes, fundamentales para permanecer activo en el mundo laboral. Vivimos un momento difícil en el que la empresa tiene muchos candidatos donde elegir y puede afinar la búsqueda. Pero no tengo tan claro que sea siempre la empresa la que exige que el candidato proceda del mismo sector y mucho menos que acierte siguiendo ese criterio. Un profesional de otro sector con experiencia en un cargo similar puede traer ideas más frescas, una perspectiva diferente y una nueva forma de plantear estrategias. Un profesional de otro sector suma, aporta un valor añadido. ¿Por qué hacer siempre lo mismo, igual que el resto de la competencia?
¿Y cuanto tiempo se puede tardar en conocer una nueva industria? ¿Dos o tres meses? Eso es lo que decía aquella directiva. ¿Y qué es eso comparado con más de cinco años de estudios universitarios y otros tantos de experiencia profesional? Creo que cambiar de sector es difícil, y más trabajando en marketing o comunicación, pero no imposible. Con perseverancia y mucha paciencia casi todo se consigue.
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