Los ladrones del tiempo


"Vísteme despacio que tengo prisa", "El tiempo es oro"... Sin duda, el tiempo es un bien escaso y valioso, no se puede comprar, no se puede recuperar. Nunca nos parece suficiente, siempre nos falta tiempo. El desorden, la fatiga, la pasividad, la incapacidad para delegar, la falta de disciplina, la escasez de comunicación, la resistencia al cambio,... son ladrones que nos hacen perder tiempo.

Las llamadas telefónicas imprevistas, reuniones no programadas, indefinición en el trabajo, comunicaciones deficientes, aplazamientos, burocracias lentas, se suman a la lista de ladrones del tiempo.

Hay que reorganizarse. Basta un poco de esfuerzo, un poco de disciplina. Es cuestión de hábito y de constancia. Además la sociedad nos ofrece muchas herramientas tecnológicas: agendas electrónicas, programas informáticos, correo electrónico. Hay que propornérselo. ¿Plantamos batalla a los ladrones del tiempo?

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