La buena comunicación

Qué apasionante es esto de la comunicación. Un mundo complejo y singular, punto encuentro para las relaciones humanas, el diálogo, la negociación, el intercambio de ideas, opiniones, incluso sentimientos, con claras diferencias entre distintas culturas, generaciones y, también, sexos.

Y qué suerte tenemos los que nos dedicamos a la comunicación -la buena comunicación-, y hemos hecho una carrera profesional de nuestra vocación. Podemos contar historias, dar noticias, escuchar y ser escuchados, entablar nuevas relaciones y mejorar las existentes.   

Pero con cuidado. Hablamos de la comunicación bien hecha. Mientras la buena comunicación nos acerca, une hace mejores personas, la mala comunicación, con sus malentendidos, confusiones, omisiones e  interpretaciones erróneas o subjetivas, nos separa. Y mucho. En fin, ¿qué le vamos a hacer? Es lo que tiene la comunicación. Sencilla y compleja al mismo tiempo. Pero es un bien preciado que debemos cuidar y fomentar entre todos, sobre todo los de que nos dedicamos a ella y, aquí estamos, aportando un granito de arena más para lograrlo.

Si es que la comunicación es así.

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